
Desde mediados de año y hasta el 23 de Noviembre, como una templada estación primaveral para el espíritu contemplativo, el museo de San Ilde Fonso nos tenía preparada una muestra de arte que sin duda alguna, y en función de mis cálculos azarosos, considero la mejor exposición del año, no solo por la concurrencia y aceptación que tuve en el grueso de la gente, sino por su calidad estética: La muestra “Pensando en ti” del mexicano Julio Galán.
Por una parte, retadora de las prejuiciadas interpretaciones del arte donde la regla es la que somete el espíritu libre y creador del artista, por otro, fiel retrato de una sociedad pos moderna donde la soledad, la perversión sexual, el egoísmo, la moda y la angustia son las rectoras del obrar cotidiano, esta exposición logro encarnar el destino elevado del arte, desde una plataforma aparentemente desagradable, grotesca y deprimente que es la vida de Julio Galán.
Contrario a lo que muchos opinaron al respecto, me veo en la imperiosa necesidad de informar al público que lo de Julio Galán ¡no es simplemente la expresión de su vida cotidiana!


Mexicano, contemporáneo, genio y consumado, a la hora de su muerte Julio Galán nació, y como Lázaro resucitado, Abre la puerta de la vida por segunda vez ante la mirada atónita de la nube de testigos que no pueden hacer ya nada, más que reconocerle como un icono naciente del arte Mexicano.
Oswaldo Aguilar Navarrte
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